La psiquiatra Azucena Díez aclara que el TDAH se trata de una disfunción cerebral que no se puede prevenir.
No obstante, indica que los cuidados generales de salud a lo largo del
embarazo y las campañas de prevención de consumo de alcohol y tabaco en
la gestación, así como un parto bien asistido podrían ser una fuente de
prevención, casi la única.
“De hecho, esto lo vemos con los niños adoptados, quienes tienen diez veces más posibilidades de desarrollar este trastorno
que los niños que han nacido en nuestro país”, dice Díez. “Esto se
puede deber a un mayor consumo de tóxicos o también a embarazos y partos
no atendidos”.
Por otro lado, la especialista indica que existe otro tipo de
prevención que se podría denominar secundaria: empezar el tratamiento lo
antes posible una vez que la patología está diagnosticada. De esta
forma podrían prevenirse otras complicaciones asociadas al TDAH.
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